Torrente
Anoche
mientras
tú te ofrecías una copa de vino
(de
esas que tanto sirven en los poemas)
a
ver una película de caricias imprevistas
no
muy lejos de allí me esforzaba
lápiz
en mano
con
atrapar unos versos esquivos:
El
mar de medianoche en tu pelo
La
blanca empalizada de tu boca
El
torrente del deseo
La
metáfora de tu triángulo velludo
La
intensidad de ese esfuerzo
transformó
el lápiz en uno de tus muslos
entonces
las yemas de mis dedos
se
deslizaron incendiadas
hasta
la punta del borrador
Allí
encontré tu mano
recordándome con el
dedo corazón
Víctor Rojas
Tomado del poemario Yo te ailoviu mucho
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