sábado, 19 de julio de 2014

Tabernáculo

Tabernáculo




Me niego a creer que toda la estirpe de Israel
se haya convertido en un asesino
con perdigones por ojos

Un fratricida que no respeta las edades de la vida

Un verdugo que levanta muros en los desiertos
y obedece ciegamente a dioses ebrios de venganza

Pongo en duda que no haya voces que se aparten

Debe haber
entre los hijos de David
bondadosos seres que hornean pan
y sienten suyo el dolor del hermano
que pastorea sus cabras al otro lado de la tapia

Debe haber
nietos de Rubén y Simeón
que le cantan a la vida al frente de un lienzo
o inclinados sobre una hoja de papel
atrapando versos
o sentados en las aceras del barrio
tocando una flauta o rumiando ideas
Ellos no creen que el asesino sea colectivo

Debe haber, digo,
una hija de Judá o de Leví
que en noches sosegadas
advierte que las estrellas no tienen parcelas
que es mejor ponerle el pecho a la caricia que a las piedras

Debe haber
semitas que han metido en su cabeza
que Sion ya no es la colina de los espíritus apacibles
sino el parapeto del homicida

Debe haber, vuelvo a decir,
tataranietos de Dan, Gad y Aser
que en sus huertos abren moradas a las semillas
y en los días sin ayuno
adoban tejas para adornar viviendas

Debe haber
otra estirpe de Zabulón y Efraín
que siente náuseas
del misántropo disparar de sus congéneres
Ella también se niega a creer que el asesino sea colectivo

Debe haber
herederos de Benjamín
que quisieran ver al otro lado de la muralla
a un padre caminar desprevenido
de la mano del más pequeño de sus hijos

Debe haber, repito,
linaje de Manasés y Neftalí
que comprende que la vida es demasiado corta
y más corta aún
para quienes nacen en la mira de un fúsil
y crecen en cunas de maderos sin cortar

Son esas voces
cinco o siete
tal vez doce, una por tribu,
llamadas a romper la complicidad fratricida
de otras lenguas que el mundo habla
pero nada dicen


Víctor Rojas

Jönköping, julio 18 de 2014

1 comentario:

  1. Tus palabras siempre tan lindas y claras, logran transmitir los sentimientos e impregnarnos de ellos. Besos

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