miércoles, 22 de marzo de 2017

Moa Martinson


En el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2017 se presentará una voluminosa muestra de poesía sueca llamada Los talladores del viento. La selección y traducción de dicho proyecto lírico está a mi cargo. El libro aparecerá bajo el sello de la editorial Uniediciones, en la colección Zenócrate. Dicha publicación cuenta con las caricaturas de los poetas seleccionados. Dichas caricaturas han sido creadas por el maestro Jorge Restrepo, dibujante de la revista Semana y el diario El País de España.
Una de las poetas participantes es Moa Martinson quien fuera una novelista y poeta de la llamada Generación proletaria de los años 30 en Suecia. Aprendió a leer y a escribir escuchando la radio. Sus letras están al servicio de los más necesitados tanto de su país de origen como del mundo entero. Por su aporte a las letras universales fue distinguida en la Unión soviética con la orden de Lenin.


Las tejedoras del mundo


En el comienzo de los tiempos empezamos
nuestro tejido de nunca acabar.
Somos nornas sin nombre.
Buscamos nuestra tela alrededor del mundo
encontramos fibras y espartos, filamentos y espigas
hallamos algodón y lino y un gusano de seda
con canilla acabada en una morera.
Un día descubrimos una arboleda de aromas.

Tejimos para vivientes, grandes y chicos
tejimos el vestido de la madre de Cristo
tejimos para la guerra y el diablo
tejimos, hilamos para la iglesia y Dios
tejimos la vestidura del verdugo.
Tejimos ante la ley y el mandato de la Biblia.

Nuestro tejido fue más largo que la Vía Láctea
alcanza para envolver toda la Tierra
de vuelta en vuelta hasta hacer un gran nudo
para esconder la desnudes de sus defectos.

A pesar de lo que hilamos y tejimos
no alcanzó la tela
para arropar cada hombre y mujer con frío
y asegurar un vestido para la generación venidera.
Los niños nacen tanto en invierno como en verano.
Nacen desnudos a la dureza de la vida.
Pero la oveja también nace y el lino florece
y el algodonal se carga de copos.

Nunca acabamos nuestro colosal mantel
¡Nunca acabamos el último ropaje!
En el rechinar de las sirenas de la guerra
tejemos para los futuros parientes
y escuchamos el ruido de la sangre en nuestro oído
que murmulla sobre la vida, la protección, la avenencia.
Nunca nos hemos preguntado: Señor, ¿qué haremos?
Por qué perdonamos tan rápido como nuestras manos soportan
la dureza, lo injusto y la culpa.

Ustedes que tejen con ideas y palabras
¡Tejed un mantel tan grande como el nuestro!
Un lienzo de fraternidad alrededor de nuestra tierra.

Dejad que nos encontremos en los años de vida
en un mundo donde nadie tenga miedo y deambule sin ropa
donde la maldad se encuentre muerta y la paz viva
donde todos socorran y nadie maltrate.

Todos ustedes que tejen con palabra y obra
¡Tejed un mantel tan grande como el nuestro!
Somos las nornas sin nombre
olvidadas en las cantos de los bardos.
En el amanecer comenzamos
nuestro tejido de nunca acabar.
Los niños nacen desnudos tanto en invierno como verano
Pero la oveja también nace y el lino florece
y el algodonal se carga de copos.


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